Sobre Immanuel Kant

Las Ideas de Kant en la Era Actual

Kant es otro titán de la filosofía que dejó una huella profunda en nuestra manera de pensar sobre el conocimiento, la moralidad y la autonomía. Su famosa obra, Crítica de la Razón Pura, plantea que no solo percibimos el mundo a través de nuestros sentidos, sino que nuestra mente impone estructuras sobre esa experiencia, como el espacio y el tiempo. Así, la realidad no es algo que simplemente "recibimos", sino que es co-creada por nuestra propia razón.

 

Si traemos las ideas de Kant a la era actual, podríamos encontrar paralelismos fascinantes, especialmente en el contexto de la inteligencia artificial, los algoritmos y la toma de decisiones automatizada. Para Kant, el ser humano era libre en la medida en que era capaz de usar su razón para actuar de acuerdo con principios morales universales, lo que él llamó "el imperativo categórico". Este concepto es una forma de ética basada en la autonomía moral y en hacer lo que es correcto, independientemente de las consecuencias o los deseos personales. Ahora bien, en la era de los algoritmos, donde la tecnología y las redes sociales parecen dirigir nuestras decisiones, ¿dónde queda nuestra autonomía? Kant probablemente criticaría cómo nos dejamos llevar por impulsos externos —el scroll infinito, las notificaciones, las tendencias digitales— que nos alejan de esa reflexión racional autónoma. En lugar de actuar desde principios universales, muchas veces nos dejamos guiar por lo que los algoritmos predicen que queremos o nos gusta.

Entonces, ¿cómo podemos aplicar a Kant hoy? En el desarrollo de aplicaciones, podríamos pensar en cómo estas herramientas tecnológicas fomentan la autonomía en lugar de coartar la libertad del usuario. Por ejemplo, podrías diseñar apps que no manipulen el comportamiento a través de técnicas de engagement o recompensa, sino que respeten la capacidad del usuario para decidir racionalmente. Podrías incluir funciones que den espacio a la reflexión, que inviten a la crítica en lugar de empujar hacia la acción impulsiva. Por otro lado, Kant sostenía que la ética no debía depender de los resultados (el consecuencialismo), sino de la intención con la que actuamos. ¿Cómo aplicamos esto a la tecnología actual? Imagina que las empresas tecnológicas fueran juzgadas no solo por el éxito de sus productos o beneficios, sino por las intenciones morales detrás de sus decisiones de diseño. Kant nos invitaría a pensar: ¿Es ético crear una aplicación que explota la atención de los usuarios o que manipula su comportamiento para obtener ganancias?

En resumen, un enfoque kantiano para la era moderna implicaría diseñar tecnologías que promuevan la autonomía y la reflexión crítica, en lugar de la dependencia y la gratificación inmediata. Kant, con su énfasis en la moralidad y la razón, sería un firme defensor de que la tecnología debería servir para mejorar nuestra capacidad de actuar de manera ética y consciente, en lugar de reducirnos a meros autómatas atrapados en los sistemas de retroalimentación digital.