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Pensar en el tiempo.

 

La reconstrucción del pasado siempre se constituye desde los interrogantes que se efectúa el ser en su propio presente.

La subjetividad está implícita en las preguntas. Historiadores, pedagogos, maestros toman conocimiento de hechos y lo inscriben en una secuencia, transformándolos en históricos.


Pensar en el tiempo

Fueron los griegos quienes protagonizaron la ruptura entre el pensamiento mítico y el surgimiento del pensamiento histórico. Precisamente, fue Heródoto, quien en el siglo V a.C inició una práctica historiadora de recuperación del pasado en la que los dioses fueron apartados. Se inauguraba una disciplina basada en la búsqueda y recopilación de testimonios que debían ser sometidos a crítica y que, una vez reordenados, organizarían un relato del pasado tal como sucedió.

La historia se convirtió en una reconstrucción del pasado que buscaba dar cuenta de los hechos específicamente humanos. El pasado se compone de hechos. Un hecho es aislado, pero cuando lo ubicamos en una serie, porque lo reconocemos como parte de un proceso que consideramos significativo en términos históricos, ese simple hecho se convierte en un hecho histórico.

La historia se mueve

La concepción de la historia cambiará según la cosmovisión y filosofía imperante de cada época. En el Medioevo la historia era considerada una magistra vitae, es decir, una cantera de sabiduría de la que la humanidad podía extraer enseñanzas, si de algo o de alguien podemos aprender, eso está en el pasado.

Con la Modernidad se produjo un nuevo quiebre en la historia y en el modo de construir el relato, con génesis en procesos socio-económicos y político-culturales y marco de transición entre el feudalismo al capitalismo surgió una nueva subjetividad. El hombre con el Renacimiento se pensó diferente, y lo expreso en diferentes modos tales como el Racionalismo, la Ilustración del siglo XVIII y el cientificismo del siglo XIX. y conforme se sucedieron los periodos surgieron distintos modos de expresar cambios, con el racionalismo, la ilustración del siglo XVIII o el romanticismo y el cientificismo del XIX, principales variantes del pensamiento moderno a través de las cuales se representó el mundo.

Del Pasado al Presente: Conexiones Históricas

La historia no es solo un relato del pasado; es un puente que conecta el ayer con el hoy. Comprender cómo eventos históricos han influido en la formación de culturas, instituciones y mentalidades contemporáneas es esencial para abordar los desafíos actuales. La historia, con sus lecciones y narrativas, nos invita a reflexionar sobre nuestra posición en el flujo del tiempo y a forjar un futuro informado por las experiencias pasadas.

Algunos hechos importantes en la historia de la humanidad

  • Invención de la Escritura (alrededor del 3500 a.C.): En Mesopotamia, la escritura cuneiforme marcó el comienzo de la documentación escrita, permitiendo a las civilizaciones registrar información de manera más precisa y facilitando la transmisión de conocimientos a través del tiempo.

  • La Construcción de las Pirámides de Egipto (alrededor del 2580-2560 a.C.): Las pirámides de Giza, como la Gran Pirámide de Keops, representan logros extraordinarios en arquitectura y construcción, demostrando la habilidad técnica y organizativa de la antigua civilización egipcia.

  • La Edad de Oro de Atenas (siglo V a.C.): Bajo el liderazgo de Pericles, Atenas experimentó un florecimiento cultural, artístico y filosófico. Este periodo vio el surgimiento de figuras como Sócrates, Platón y Aristóteles, sentando las bases de la filosofía occidental.

  • La Caída de Roma (476 d.C.): El colapso del Imperio Romano de Occidente marcó el fin de una era. Factores internos y presiones externas contribuyeron a la caída de la ciudad eterna, dando paso a la Edad Media.

  • La Revolución Científica (siglo XVI - XVII): Figuras como Copérnico, Galileo y Newton transformaron la comprensión del cosmos y sentaron las bases del método científico, impulsando un cambio radical en la visión del mundo.

  • La Revolución Industrial (siglo XVIII - XIX): El surgimiento de la maquinaria impulsada por vapor transformó la producción y la sociedad, marcando el inicio de la era moderna y alterando drásticamente las condiciones de vida y trabajo.

  • La Revolución Francesa (1789-1799): Un punto de inflexión en la historia política, social y cultural, la Revolución Francesa derrocó la monarquía absoluta, inspirando movimientos por la igualdad y los derechos civiles en todo el mundo.

  • La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948): Tras la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional estableció un marco común de derechos fundamentales para todas las personas, sentando las bases para la protección global de la dignidad humana.

  • La Llegada a la Luna (1969): La misión Apolo 11, que llevó al hombre a la Luna, simboliza un logro científico y tecnológico sin precedentes, marcando un hito en la exploración espacial y la capacidad humana de alcanzar metas aparentemente inalcanzables. 

  • La Caída del Muro de Berlín (1989): El colapso del bloque comunista en Europa del Este simbolizó el fin de la Guerra Fría y marcó un hito crucial en la historia contemporánea, llevando a la reunificación de Alemania y cambios geopolíticos significativos.

  • La Revolución Tecnológica y la Era de la Información (siglo XX - XXI): El rápido avance tecnológico, especialmente con la llegada de internet, ha transformado la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos, dando inicio a una nueva era caracterizada por la información y la conectividad global.

  • El Genoma Humano Secuenciado (2003): El mapeo completo del genoma humano abrió nuevas posibilidades en la medicina y la biotecnología, transformando nuestra comprensión de la genética y la salud. 

  • La Pandemia de COVID-19 (2019-actualidad): La propagación global del coronavirus ha tenido consecuencias sin precedentes en la salud pública, la economía y la forma en que la sociedad aborda los desafíos sanitarios.